El Amor que Nos Transforma



Versículo clave: "En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros y envió a su Hijo para que fuera ofrecido como sacrificio por el perdón de nuestros pecados." — 1 Juan 4:10

El amor de Dios es diferente al amor humano. No depende de lo que hagamos o dejemos de hacer; no es condicional ni cambia con el tiempo. Dios nos amó primero, aun cuando no lo merecíamos, y lo demostró enviando a Jesús a morir por nuestros pecados.

Muchas veces buscamos amor en lugares equivocados: en la aprobación de los demás, en logros personales o en relaciones humanas. Sin embargo, estos nunca podrán llenar el vacío que solo el amor de Dios puede llenar. Cuando comprendemos la profundidad de Su amor, nuestra identidad y propósito cambian.

Este amor nos transforma. Nos da seguridad en tiempos de incertidumbre y nos ayuda a amar a los demás con el mismo amor que hemos recibido. No se trata solo de palabras, sino de acciones: cuando experimentamos el amor de Dios, lo reflejamos en nuestra manera de vivir.